El amor

El amor no necesita razón de ser, motivos argumentados para su existencia. Simplemente, nace en lo más profundo de tu ternura interior, te invade de suaves sensaciones de dulzura y explosivos ataques de pasión. Te abre la puerta a la delicadeza, también a la locura. Te muestra la más bondadosa expresión de sincera alegría, te envuelve en sus brazos, eleva la verdadera esencia de tu ser. Te pone a prueba, te regala lo peor y lo mejor de ti mismo. Al fin y al cabo, es el sentimiento más hermoso y puro de la vida, solo has de buscarlo en tu interior.

Todos necesitamos amor. Necesitamos entregar gratuitamente amor. Necesitamos ser correspondidos. Necesitamos invadirnos de su energía. La ausencia del amor alimenta los grandes males de la humanidad: dolor, agresividad, apenada soledad, intolerancia, exceso de necesidades materiales, falta de empatía y compasión, discriminación, exclusión, marginación, soberbia, prepotencia, desprecio, venganza, avaricia, apatía y egoísmo. El amor regala la oportunidad de vencerlos y abrir las puertas a la amabilidad, la empatía, la solidaridad, la comprensión, el respeto, la amistad, el sacrificio gratificante, la unión y la paz verdadera. Es momento de encaminarse en el sendero del amor y viajar con él hacia una armonía y una paz antes inimaginables.

-          Es el bello contemplar de la mujer amada, el despertar de la pureza del corazón, la energía de su sonrisa, la fuerza del amor.